Miami, domingo por la tarde, ni una sola mujer que echarnos a la polla. Sólo nos queda una solución, llamar a una profesional, una auténtica puta americana a la que someter a nuestro particular cuestionario. El problema, que no habla casi nada de español, asà que, Nick tuvo que sacar de nuevo su vena de ventrÃlocuo.
Puntuación:9.02